La telemedicina es la prestación de servicios clínicos de forma remota, a través de una comunicación bidireccional en tiempo real, entre paciente y profesional sanitario, mediante medios electrónicos de audio y vídeo (videollamada) o solamente mediante llamada telefónica.
LA COMODIDAD DE LA TELEMEDICINA
En la atención primaria, esta práctica se suele llevar a cabo mediante llamadas telefónicas, en las que el paciente busca el consejo del médico sobre problemas médicos que no son de emergencia y que no requieren que el médico vea al paciente. La telemedicina no reemplaza la consulta presencial cuando se necesita, sino que la complementa.
El verdadero papel de la telemedicina en la actualidad radica en la comodidad que ofrece a los pacientes y profesionales al obviar la necesidad de una visita física para obtener asesoramiento o tratamiento médico. También es rentable en comparación con el proceso de esperar para ver a un médico.
La telemedicina también puede ayudar a solucionar llamadas urgentes después de que el consultorio de un médico esté cerrado. Es de gran valor en el seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas como diabetes, colesterol alto o presión arterial alta.
En estas personas que no están experimentando ningún problema médico inmediato, pero que requieren ayuda con ajustes de dosis, regímenes de estilo de vida, renovación de recetas o incluso simplemente acceso a apoyo grupal, pueden beneficiarse de la telemedicina.
Una comodidad adicional es que se pueden organizar consultas de telemedicina para seguir todas las investigaciones de laboratorio necesarias o el control de signos vitales. De hecho, la telemedicina ha sido practicada por médicos durante mucho tiempo, aunque no bajo este nombre.
Si bien esto puede ser cierto, el uso de la tecnología de internet, la fibra óptica y el 5G, han hecho que las llamadas de audio y video sean asequibles y estén disponibles para un espectro más amplio de la sociedad, lo que las convierte en una alternativa factible al sistema convencional.
TÉRMINOS IMPORTANTES EN LA TELEMEDICINA
En la actualidad, la telemedicina se puede practicar desde cualquier lugar, con un teléfono inteligente o un ordenador con webcam.
Al principio, era necesario un equipo de videoconferencia especializado, con periféricos de diagnóstico personalizados, como estetoscopios o monitores de EKG conectados al sistema.
La ventaja es que ahora los ordenadores pueden almacenar datos de forma segura. Las líneas telefónicas de alta velocidad o las conexiones 5G permiten la interacción entre ambas ubicaciones, la del médico y la del paciente.
La telemedicina tiene varias definiciones, pero la más amplia cubre el uso de servicios fuera del tradicional servicio de salud de telecomunicaciones interactivas en tiempo real.
La monitorización remota es otro aspecto de la telemedicina.
BENEFICIOS QUE APORTA A LA PRÁCTICA MÉDICA
La telemedicina no requiere un desembolso significativo más que una cámara web y un portal seguro para el paciente que conecta al médico con una base de datos de registros médicos electrónicos seguros en la nube.
Este tipo de sistema garantiza la seguridad de la información privada tratada durante una llamada de telemedicina, al mismo tiempo que brinda al médico la capacidad de almacenar los registros médicos necesarios.
Quienes apoyan el uso de la telemedicina destacan su conveniencia, la reducción de los tiempos de espera, la ampliación del acceso a diagnósticos y tratamientos médicos de alta calidad, así como su menor costo en comparación con la mayoría de las demás consultas médicas.
Al brindar segundas opiniones de manera más fácil y rápida, la telemedicina también puede mejorar la experiencia del paciente y del médico. Finalmente, produce mejores resultados de salud, lo que debería ser el objetivo principal de todos los servicios de salud.
Muchos estudios que han realizado comparaciones directas entre la telemedicina y otros enfoques para el manejo de pacientes han demostrado que existe un claro beneficio asociado con el uso de la telemedicina.
El beneficio fue mayor en las áreas de telerradiología , telesalud mental, telecardiología (en particular, ecocardiografía), teleasistencia domiciliaria y teledermatología. Muchos investigadores están de acuerdo, sin embargo, en la limitada evidencia actual sobre los beneficios o la rentabilidad de la telemedicina, hace que requiera de más estudios.
